El hueso del muslo, conocido como el fémur, es el hueso más largo y fuerte del cuerpo. Una rotura en el fémur se suele denominar fractura de cadera porque el fémur se une a la pelvis para formar la articulación de la cadera.
Fracturas de Cadera
Las fracturas de cadera, o roturas en la parte superior del fémur, suelen ocurrir en una parte específica del hueso, entre los trocánteres mayor y menor. Estas se denominan fracturas intertrocantéricas. Suelen presentarse en adultos mayores debido a caídas, aunque también pueden ocurrir en personas jóvenes después de lesiones graves, como accidentes automovilísticos.
La mayoría de las fracturas de cadera requieren cirugía para restaurar la alineación del hueso y permitir una curación adecuada. La fisioterapia es fundamental para mejorar el movimiento, la fuerza y la capacidad de apoyo del miembro afectado.
Un clavo intramedular largo y tornillos se utilizan para estabilizar una fractura de cadera. El clavo óseo se inserta por el centro del fémur y se mantiene en su lugar en la parte superior del hueso con un tornillo telescópico, que proporciona compresión adicional con el tiempo a medida que la fractura sana.
Durante la cirugía de fractura de cadera, se realiza una incisión a lo largo del costado de la cadera para acceder a la fractura. Los tornillos se utilizan para fijar la fractura y comprimir las partes rotas para unirlas correctamente.